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martes, 15 de noviembre de 2011

Agora


     Alejandro Amenábar nos presenta una película ambientada en el Imperio Romano, ya no en su máximo esplendor, en Alejandría.
Un Film de muy buena factura, técnicamente perfecto, también con buenos decorados que no abusan del habitual ordenador que tan mal suele dejar a muchas películas, bajandolas a una segunda categoría incluso sin saber su contenido.
Comienza explicándonos muy bien, el cuando se desarrolla, y donde, dejando pocas dudas, ni ningún detalle en el aire. Se atreve con uno de los temas más polemicos que hay en la historia y que sigue existiendo, el debate entre la preeminencia de una religión sobre las demás o sobre quien no cree en la  religión. Yo, ya me declaro no neutro, en un tema como este, que me toca la fibra sensible. Comienza explicando la decadencia del rito pagano que tiene demasiados dioses y sobre su preocupación por el conocimiento y la cultura, aunque también poniendo sobre la balanza aspectos negativos como los privilegios que reciben o la esclavitud. Nos adentra en la historia explicandonos el desarrollo del Cristianismo en la ciudad da Alejandría, de como el fanatismo, que en este caso es el Cristianismo, pero podría ser cualquier otra relegión, opio para el pueblo, es capaz de doblegar cualquier cosa a la que se enfrente y más si va aderezada en la receta con un buen puñado de ignorancia, y algo de picardía, e ilusión convirtiendo la menor de las anectodas a ojos de los creyentes en milagro, y todo lo escrito en la biblia en palabra de Dios. También nos explica el por que del odio de los Cristianos hacía los judíos y los incidentes que el choque entre religiones provoca en la sociedad, cuando esta guiada por personas que solo buscan el poder, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Y es que sacamos la conclusión de que la religión nos adentro en el periodo más oscuro de la historia de la humanidad la Edad Media y de la que costo siglos salir y de la que todavía hoy sufrimos alguna consecuencia.
Con respecto a los actores y, actrices, Rachel Weisz les mete un buen meneo a todos, no tiene rival, es una actriz como la copa de un pino, no hay mucho más que destacar, todos están correctos y nadie desentona, ni para bien ni para mal.
Y es que, no se si arrepentidos los quiere Dios pero ignorantes desde luego queda claro que sí.

Nota: 6.5.

Momento para verla: Domingo día del señor, para después ir a misa y preguntarle ¿Por que?.

Muxus Eka.